27/7/09

Beautiful... Asesino

Cap. 4 Beautiful (Parte 1)


La luna iluminaba tenue sobre el terreno. Estaba él en cuclillas sobre la tierra húmeda por el sereno de la madrugada... en sus piernas y con sus brazos sostenía un cuerpo pequeño, la cabeza colgaba hacía un lado y una mano tocaba por completo la tierra. Su rostro brillaba por las lágrimas de dolor...

Escucha la canción, recuerdas?


Hace un tiempo venía acariciando tus sueños cuando te acercabas a mi y me dejabas oler tu perfume en tu piel, me perdía contemplando tus gestos cuando tu mirada empezaba a ser tierna. Siempre lo fue...

Recuerdo como solíamos platicar hasta la madrugada. Solo esperaba paciente llegar a casa para encender mi computadora y poder conversar contigo, mis historias... tus historias.




Un día me dijiste que yo era tu Superman, entonces entendí tanto en ti. Eras tan inofensivo pero usabas una máscara y un escudo para protegerte del daño que cualquier persona pudiera hacerte, un día me confesaste que te habías enamorado y te habían lastimado mucho. Por mi parte prometí no hacerte daño ni lastimarte nunca...

Soñabamos en volar una nave, donde sólo tu y yo fueramos los amos del infierno. Los unicos demonios. Los mejores y si, lo fuimos en una gran temporada. Y entonces empecé a extrañarte cuando te alejaste.

El ángel era el mejor lugar de la ciudad para encontrarnos, el día en que te vi por primera vez impactaste mi mirada y cambiaste mi forma de pensar, sabía que estabamos mas cerca que nunca. Nos dedicamos a platicar, recuerdo perfecto dijiste que no podiamos ser novios nunca... y terminaste besandome esa noche, la ciudad oscura nos observaba mientras nos reiamos como locos a los pies del ángel. Esa noche nos besamos hasta cansarnos, tus labios inocentes me enloquecieron y amaneció. Tu y yo juntos, como nunca lo imaginamos.


Era tu Superman... Las noches pasaron y seguiamos saliendo juntos a divertirnos, algunas veces nos besamos, otras más reiamos, algunas otras enojados, pero cerca. Sabiamos lo que sentiamos, y aunque no todo era claro, nos veiamos por la simple razon que nos gustaba pasar tiempo juntos, hasta viendo alguna película sin tener que hablar de nada.

No hay nadie cerca... solo tu y yo. Mira esta es la foto que tomaste tu la primera vez que nos besamos, estabamos en Blackout, recuerdas?.

Estabamos en un sillón platicando algunas tonterias que ni recuerdo, entonces me pediste mi cámara y dijiste tomarías una foto mientras nos besabamos y lo hiciste. Y esta otra, cuando estabamos tirados en el pasto cerca del ángel, nos divertirmos mucho. Terminé abrazándote por que morías de frío y ahi nos quedamos hasta que amaneció.

El tiempo paso y las noches dejaron de brillar, la nave quedó en el olvido y no habían dos tripulantes... empecé a morir lentamente.

Un dia reapareciste y todo volvió a la normalidad. Entonces vibraste en mi, volvimos a salir como antes, solías quedarte en casa a pasar la noche y dormir cerca de mi, era realmente increible poder conversar contigo antes de dormir, despertar en algun momento de la noche y voltear a ver tu rostro...


Magnifico era abrazarte mientras dormias, era el mejor regalo. Tan inocente parecías. Era fantástico amanecer contigo, respetando el espacio y limitando las sensaciones.

Una de esas últimas noches, fuimos a bailar y a tomar un poco. Parecía ser una noche tranquila y en definitiva buena. Todo estaba bastante bien, bailamos juntos, miramos a los demás y entonces nos sentamos en la parte alta del lugar, donde podiamos ver todo. Te dije que iría al baño y que no tardaba y dijiste que esperarías. Y volví directo a la barra por una cerveza para mi, y mis latidos se detuvieron por un momento. Estabas besándote con alguien más delante de mi, la música dejo de sonar en mis oidos. Tu solo sonreías... Querías que hablaramos de una relación de amigos que no existia. Mil argumentos y terminamos besándonos.

Ya nada era igual y decidí que volvería a casa. Salimos del lugar y yo no quería hablar más, estaba demasiado enojado, fue la primera vez que me hiciste enojar, me pediste disculpas, pero nada era igual. Corriste de prisa y volviste con un par de rosas. Una roja y una blanca que me regalaste pidiéndome perdon por lo que habia pasado y me pediste un beso. Solo te lo dí...

Hoy es domingo... sé que esta noche estaré con el.

Había despertado tarde por que quería descansar todo lo que fuera necesario para poder estar pleno en el momento de su muerte. Desayune en casa con mi familia, sonriendo siempre, platicamos de mil cosas.

La tarde empezó a caer y me metí a bañar, el agua resbalando en mi piel se sentía exquisita. Solo escuchaba "long long time ago" del soundtrack de El Laberinto del Fauno... Nadie entendía por que, apagué la luz y encendí solo una vela para iluminarme mientras me bañaba. El agua en mi piel, espuma en mi cuerpo, mis manos, cerré los ojos... mis labios. Suspiré.



Me aleje del agua y empecé a secar mi piel. Volví a la habitación para vestirme lento, ropa interior, unos jeans y el sweater con el que decías lucía sexoso. Sequé mi cabello y me peiné como acostumbro, un poco de loción en mi piel, un poco más en mi cuello. En el espejo, solo mi reflejo y en mi mente, solo tu imagen...

19/7/09

Bajo la lluvia ... Asesino

Cap. 3 Bajo la lluvia

Una voz en mi gritó “mátalo!”

Y sin pensarlo un segundo lo empuje al vacío al tiempo que nuestros labios se despegaron y sus manos luchaban en el aire buscando de donde sujetarse para no caer. Eran demasiados escalones y su rostro solo reflejaba una mirada desesperada y llena de miedo.

Miré incrédulo por lo que había hecho.


Esa tarde nos encontramos en la iglesia de Santo Domingo, caminábamos mientras conversábamos de tus planes, en el centro de la ciudad, sonreíamos cuando nuestras miradas se cruzaban delante de quienes no sabían siquiera lo que pasaba cuando nadie nos veía, cuando compartíamos algo más que una simple amistad. Era lo que yo en un momento sentí una relación de verdad; sin mentiras, con respeto.



Esa misma tarde había descubierto un secreto que nunca me iba a confesar pero que lastimaba y cortaba el respeto en lo que yo consideré una relación, mientras que el solo pasaba un buen momento, una amistad en la luz, sexo en la oscuridad.

No, no era eso lo que yo quería, pero terminé aceptándolo.


Esa noche pensábamos pasar un buen rato en una reunión con sus amigos, sin los míos, accedí sin pensar que al termina esa noche, se iría con alguien más y tendría sexo en la casa de otro de sus amigos. Fue ese secreto lo que provocó a mi mente volviera el placer de llenarme de asesinar… el tercero. Deseo fatal.

Poco antes de las once nos reunimos para hablar de lo que me había ocultado y que leí por curiosidad, bien dicen que el que busca encuentra, y yo encontré lo que necesitaba para despertar a la realidad. Solo dijo que era por venganza y que no lo veía como amigo ni como algo más, lamentó la forma en la que conocí sus intenciones. Se disculpó conmigo argumentando que no me merecía esto y que debíamos manejar la relación como algo ligero, sin un compromiso… y yo, solamente pedí respeto.


Después de eso empecé a beber sin límite alguno hasta perderme en la intensidad del vodka con red bull. Una vez más suplicaba por cocaína.

Su cuerpo se estrelló con los escalones. Su expresión de dolor no fue suficiente para mí, su rostro marcaba la intensidad del golpe en su espalda haciéndole gritar hasta sentir que solo era su voz la que se escuchaba en el viento.

La lluvia empezó a caer y al tiempo era más y más fuerte, las gotas se escuchaban cuando caían en el cemento, al poco tiempo, ya se escuchaba como caían en la corriente de agua que se formaba a medida resbalaba sobre las escaleras.

Y rodó por las escaleras, eran más de 50. No dejaba de disfrutar el momento. Grito desesperado, ya el dolor por los golpes que se estaba ocasionando eran mas lamentables.

En la reunión nos mirabamos discretamente sonriendo, hubo un momento en que nos acercamos a la ventana… hablábamos de lo que haríamos en la semana, y se acercó a mi con una sonrisa maliciosa me dijo que nadie provocaba en su cuerpo la reacción de mi piel acariciándole, un vodka más y bese sus labios, nadie nos miraba.



Vámonos, fue lo último que dijo. Y nos salimos.

“Ven, quiero estar un momento a solas contigo” y nos encaminamos a las escaleras que conducían al mirador del cerro, caminamos unas 4 o 5 calles mientras platicábamos de lo que recién había pasado. Confesiones falsas.

Empezó a llover y era bastante agradable sentir como caían las gotas de lluvia en mi piel descubierta, nos besamos una vez más, fue una sensación realmente deliciosa, un beso bajo la lluvia.

Seguimos caminando hasta que llegamos al callejón donde estaba la escalera… la lluvia era más fuerte y nos escondimos debajo de un árbol a seguir conversando y nos reíamos de tantas cosas que olvidaba por un instante lo que había pasado en la tarde, pero por momentos carcomía en mí el simple deseo de lastimar.

Subimos hasta la mitad de las escaleras y nos fundimos en un beso lleno de caricias hasta el punto de provocar la sensación del deseo. Fue una vez más algo increíble. Sus manos en mi cuerpo y sus labios en mi cuello. Su cuerpo lucía tan exquisito como la primera vez que le ví cerca de mí.


Un beso tan intenso que perdí la noción del tiempo y sentí como la lluvia entraba en mi piel mientras besaba su cuello disfrutando de su olor natural que tanto me enloquecía.

Era volar en un mundo de ilusiones. Sin nadie alrededor, sin voces murmurando rumores, sin miradas de escrutinio sobre nosotros, sin oídos esperando escuchar nuestro secreto… solo era un mundo alejado de la realidad.

Ese beso fue tan intenso, erótico y delicioso que olvidé todo en un segundo y me deje llevar, entonces…


... una voz en mi gritó “mátalo!”

Verlo rodar en las escaleras fue una sensación que dibujo en mi la sonrisa más irónica que jamás antes había experimentado. Al final de todo, ganó el deseo de lastimar.

Baje con calma las escaleras hasta detenerme frente al cuerpo doliente por los golpes. La sangre brotaba de sus oídos mientras que sus labios dejaban escapar una línea de sangre que se esparcía con las gotas de lluvia.

No alcanzaba pronunciar alguna palabra pues el dolor le estaba quitando vida. La caída fue suficiente para quebrar algunos de sus huesos, pero no suficiente para quitarle la vida.

Caminé un poco buscando algo que me pudiera servir para lastimarle más y encontré un pedazo de fierro con un poco de punta y muy oxidado. Volví ...


Me senté en cuclillas sobre su cuerpo y sin meditar otra forma de acabar con su vida, corte con un vidrio la comisura de sus labios hasta abrir lo suficiente para que desangrara más, arranque la playera que tenía puesta para poder enterrar el vidrio en su piel.

Después enterré el fierro en su pecho, en el abdomen una y otra vez, su cuerpo estaba totalmente bañado en sangre, la lluvia lavaba su cuerpo que no cesaba de sangrar. El piso lleno de agua entintada con su sangre, sus manos inertes… un cuerpo sin vida.

Me recosté a su lado a mirar entre las nubes cargadas de agua, por segundos aparecían y desaparecían las estrellas mientras las nubes avanzaban, solo podía escuchar las gotas de lluvia rebotando en el piso.

Le abracé y acaricie su rostro casi destrozado. El frío empezaba a sentirse en mi cuerpo mojado y entonces me levante y empecé a caminar hasta perderme…




La ilusión se confundió en la realidad y entendí el poder del placer.. Hoy no estás más y tu aliento sigue en el aire, tu último grito lo escucho en mi memoria y el último suspiro antes de expirar aun lo siento cerca.


12/7/09

Delirium ... Asesino

Cap. 2 Delirium...


Los días han pasado y aun no se ha borrado la imagen en la oscuridad de la carretera cuando lo dejé morir en el interior de aquel auto, aun siento el olor de la sangre y el aroma natural de los arboles alrededor de la carretera.

El placer de matar.

Que fantásticas tardes disfrute contigo, que exquisito fue besar tus labios al caminar por reforma, aun más delicioso el olor de tu piel en mi cama.
Increíbles conversaciones teléfonicas cuando nadie te escuchaba por las noches. Una sonrisa noble y una mirada timida encantadora.

Esta mañana le llamo preguntando que tenía planeado hacer el fin de semana, para invitarle a salir al mismo lugar en el que vivieron la primer noche en pareja.

Es viernes, mil cosas divagando por la mente del asesinoe. Idealizando la mejor forma para terminar con su vida.

Recordaba la noche en que le conocio, vestia tan casual que le impresionó y sorprendío tanto que la timidez se volvió su mejor estrategia para conseguir un beso suyo. Después de eso inició una relación precipitada en una noche que termino en deseo, extásis y lujuría al aire libre casí al amanecer.

"Nos entregamos hasta fundirnos en un solo momento vivido por dos personas tan diferentes. Y los celos aparecieron, el deseo de ser de uno y de nadie más. Entendí con los días que eras tan transparente que merecías lo mejor de mi y decidí entregartelo. Arriesgue todo por amor... "




Todo terminó. No hay más besos tiernos, no hay más abrazos cálidos, todo se ha ido y en el se esfumó la magia y el encanto, solo quedo una máscara que cubre sus verdaderos sentimientos, y lo hace bastante bien tanto que solo él puede entender su mirada y sentir que aun hay un sentimiento ligero.

Han pasado ya varios días en que todo termino, hacer el amor es más intenso... pero solo es placer y se nota en la ausencia mental. Se han lastimado y uno tomó ventaja cuando más enamorado el otro.

"Mañana es tu día... por fin voy a matarte lento para que sientas como se te escapa la vida por cada uno de tus poros"

El día llegó.

"Sube... te llevaré a un lugar que no vas a olvidar" un hotel y la habitación con mejor vista de la ciudad.

"Ven... quiero hacerte el amor hasta cansarnos"

Nos besamos, olí tu cuello y besé tus labios, me hiciste vibrar cuando sentí tu respiracion en mi cuello. Acaricié tu espalda y sentí como cada parte de ti se alteró al mismo tiempo que tus latidos. Estabamos listos.


Baje por tu torso, tu estomago. Bese cada parte de tu piel y nos entregamos uno a otro hasta que no aguantamos más y explotamos en mil sensaciones de placer. Fue el mejor sexo de todas las veces que habiamos estado juntos. Sentía aun tu sabor. Lo más sensual y exitante estaba sucediendo.

Descansamos un poco y volví a levantar tus mas bajos instintos hasta que empezamos a hacer el amor nuevamente. Más intenso, más rudo, más erótico. Tu respiración era nítida y clara. Sentías lo mismo que yo, tus labios me besaron como si fuera el último beso... asi después de un orgasmo en el que pude ver tu rostro lleno de placer me quede dormido sobre ti...

Despertó, eran casí las diez.



El antro en el que estuvieron la primera vez juntos, tenía que ser el último tambien. Llegaron y empezarón a beber.

Dejé que tomarás, sin perder el control para que estuvieras consciente en el momento final. De nuevo las miradas de la mayoría en nosotros, mientras sonreiamos recordando viejos tiempos. Baile como siempre cerca de ti.



You satisfice me baby... U make me lose my mind, lets dance the last night.

La noche estaba terminando, y su vida empezaba a delirar. Le pidió que se marcharan, encendió el auto. Aceleró sin piedad, después de unos cuantos metros del arranque, observó como se sostenía con fuerza al asiento y le devolvió la mirada con impresión incrédulo.

"Si, soy yo. Te gusta lo que ves? Esta es la última noche que nos vemos, tenías razón ya fue suficiente y es tiempo de terminar con todo..."

"Fuiste la mejor persona que he conocido y te quise mucho"


Sonreiste mirándome, tenías puesto el cinturón de seguridad y entonces me agaché un poco para sacar un picahielo debajo de mi asiento...

Y sin pensar dos veces lo enterró en su pierna y lo volvió a sacar, mientras se dolía, al momento, arqueó su cuerpo, lo enterré en el lado izquierdo de su espalda, por debajo de su hombro y lo aventó por la ventana goteando sangre sobre el interior del auto y en su misma ropa. Mientras gritaba tan fuerte que el volumén de la música quedo inerte ante cruel alarido.

"Duele?"

Esto no termina aun, dejó que sangrara poco más para que el dolor en su pierna fuera completamente insoportable, alcanzó a torcer el picahielo mientras lo enterraba y sacaba. Sangraba de forma impresionante y se detuvo justo a la mitad de la avenida. Había poco tráfico y consiguió tiempo suficiente para bajarse a abrir la puerta del copiloto y así bajarlo del auto. Lo dejó tirado en el pavimento... sin oportunidad a levantarse por el dolor de las heridas.




Retrocedí el auto un poco mientras intentabas lavantarte y caminabas buscando ayuda y entonces volvi a acelerar hasta golpear tu cuerpo, volaste en el aire y caiste detrás del auto. Un grito ensordecedor en el silencio de la noche

Volví a retroceder esta vez iba con mas fuerza a tu cuerpo... acelere lo suficiente para hacerte volar en el aire por el impacto del auto y frené. Solo ví como caiste encima del cofre y de la misma velocidad volviste a caer.

Yo, simplemente sonreía.

Y bajó del auto. Tomó gasolina que llevaba en un bote, que sacó de la cajuela del auto y empezó a vaciarla en su cuerpo y a su alrededor...

Solo se escuchaba como pedía perdón, pero era demasiado tarde. Y empezó a caminar mientras tomó un cerillo de una cajetilla, que encendió con la misma y lo dejo caer en el pavimento. Se levantó el fuego invadiendo con calor el ambiente. Las llamas alcanzarón su cuerpo en segundos dejando escapar un ruido desgarrador en su voz.



Me encamine al auto sin siquiera voltear ... solo escuche tus lamentos y tu piel crujiendo en las llamas.



Vivo en libertad.

6/7/09

Asesino

Cap. 1 En la oscuridad.

Recuerdo cuando me acerqué a conversar .

Jugaba fuera de su casa, el momento ideal para hablarle y demostrar mi intención...

Y así, empezamos a frecuentarnos. Después de tardes completas conversando en el jardín de su casa, salimos una noche a cenar. Pasó por mi, en su coche. Me gustaba mucho, y solo mostraba cierto interés. Hasta que una noche de esas, se estaciono en una calle antes de mi casa y me besó sin decir nada.

Besos y solo besos. Era verdaderamente exitante lo que pasaba en el coche aunque fueran solo besos, era de noche y siempre habia oportunidad para hacerlo. Me enamoré... hasta el punto de encontrarnos solos en medio de la oscuridad.


Pasaron los dias y dejó de mostrar emoción y pasó a otro tipo de interés, y lo note demasiado rápido, creía en su astucia.

Una noche de esas me llevó a la puerta de la iglesia... prometió quererme más y estar conmigo todo el tiempo posible. No creí en su mentira.

Pasaron los dias y yo tenía que volver a la Universidad, Volví a Puebla pensando que volvería a verle un mes después por que había una fiesta familiar muy importante, los cien años de mi abuelo.

Los dias pasaron y el día llegó. La fiesta familiar y por fin .... No pregunte si estaba en la ciudad ni nada parecido, pero alguien comentó que ese mismo día se estaba casando en otra ciudad, un bebé venía en camino.

Y se encendió el deseo de calmar mi ansiedad, se había burlado de mi. Sentí la impotencia de la mentira por lo que me había prometido en la iglesia, deje de saber de sus movimientos, deje de buscarle, deje de llamarle y así siguieron los meses...

Volví a casa en unas vacaciones de verano y le encontré. Lucía bastante bien y cinicamente me saludó fingiendo que nada pasaba, entonces empezó a contarme su historia... yo ya la conocía. Yo no tenía mucho tiempo así que nos citamos para beber algo y conversar un poco más. Realmente había poco que decir.

Decidí la fecha... su hora.

Fuimos a un bar fuera de la ciudad donde bebimos despacio, sin prisa. Tomamos, fumamos un poco y decidimos regresar al coche para irnos a otro bar. Antes de llegar al auto tiré una botella de cerveza que llevaba en la mano. En la oscuridad de la calle empezamos a besarnos, era media noche y solo se escuchaba la música del bar donde estabamos antes. Quería provocarte hasta que empezaras a consumirte en ganas por mi.



"Me besaste como nunca en tu vida. Sentía tus latidos más y más, tu piel destilaba el más sensual de tus olores, empezamos a desvestirnos sin llegar a desnudarnos... era la adrenalina de ser encontrados".

Empece a probar su piel y sentir como moría de exitación...

"Solo quien te lastima puede hacerte sentir bien".

Entendí que era el momento: nos recostamos en el pasto, a la orilla del auto y empece de nuevo a recorrer su piel con mis labios, no decias nada y yo... solo sonreía.

Alcancé la botella rota, y volví encima de su cuerpo, sentí su piel, su olor en el ambiente. Fue totalmente intenso y lleno de placer observar como destilabas pasión con sus manos cuando me abrazaba a su cuerpo... me levante un poco y fui besando poco a poco tu cuello hasta que mi lengua llegó a donde quiso... su cuerpo estaba cerca del orgasmo.

Su cuerpo empezo a extasiarse y solo dejó escapar su respiracion por los labios.




Y entonces tomé los restos de la botella y la enterre sin piedad en tu pierna izquierda, y rasgue tu piel al punto que casí se ahoga en un grito de dolor. Nadie escuchaba.

Asi te arrastré hasta subirte al coche, encendí su auto y empecé a manejar rápido. Estaba desangranse mucho, en cualquier momento se desmayaría. Me perdí en la oscuridad de la carretera y detuve el auto. Lo observaba dolido y le aseguré el cinturon de seguridad y empece a decirle lo mucho que lamentaba lo que estaba pasando.


Y entonces me baje del auto con las llaves en la mano. Fuí de su lado y tomé una piedra enorme del piso y la estrellé contra el vidrio de su ventana, mil cristales rompiéndose , ademas de un lamento desgarrador que salió de sus labios, el dolor hizo que llevara sus manos a su rostro incrustasdo así restos de vidrio.


Mis manos estaban ansiosas de su sangre y abrí la puerta.... estabas aun con el cinturón puesto. Tomé un vidrio largo que habia caído en su entrepierna, lo deslice cortando su piel.

"Acuerdate de todo el daño que me hiciste, promesas falsas y creí en tí. Y mira, aqui estoy y tus minutos restantes de vida estan en mis manos... terminaré con tu dolor."

Y de nuevo con el vidrio roto en su entrepierna, lo subí a su estómago y lo enterré tanto que mis manos se salpicaron de su sangre y alcanzaron a cortarse. Acaricie su pecho y coloque mis manos en su cuello, escurría sangre de su cara por el impacto de los cristales, empezó a delirar.

Su mirada dejo de ser impactante para mi. Murío.

Camine de nuevo a la carretera, tenía la ropa llena de sangre y mis manos escurrían tanto... Mi sombra en la oscuridad y en el silencio camine.