18/5/10

Sobriedad Letal.

Increíble como el reflejo de la luna se cuela entre las nubes anunciando la tormenta, unas cuantas gotas empiezan a caer refrescando la oscuridad de esta noche. Llueve ya y la carretera huele a humedad… despertando en Marco la pasión y el deseo.

Va manejando con la misma tranquilidad que la velocidad le permite. Sus gestos empiezan a distinguirse a contra luz cuando algunos autos aparecen en sentido contrario rozando la línea que les separa entre un carril y otro.

El eco de la velocidad, las gotas de lluvia estrellándose sobre el parabrisas y el sonido que provocan las llantas al salpicar el agua que cae sobre la carretera, es lo único que escucha Marco, mientras que su memoria detiene fotografías de instantes que el consideraba felices. Su rostro luce implacable, tal cual su personalidad... entonces una lagrima resbala de su mirada mostrando la debilidad que guarda, apenas corre sobre su piel y el la seca con la llema de sus dedos.

Mientras tanto, Edgar espera en la entrada de la casa al final del camino, a los pies de aquella montaña que tantas veces ha servido de paisaje cuando han compartido noches y momentos íntimos. Ha preparado una cena a su invitado…


El auto de Marco se acerca cada vez más, la lluvia intensa permite el ambiente perfecto. Baja las luces a medida que se acerca al empedrado que conduce a la puerta principal. Alcanza a ver su silueta con el reflejo de las luces del jardín. Entonces detiene el auto.

Edgar se acerca con un paraguas para protegerle de la lluvia. Y así Marco desciende del auto mostrándose tan elegante y sobrio como la ocasión lo amerita.

El saludo es menos cálido esta vez, aunque a ambos se les escapa un segundo de amor y sienten la presencia del otro, como en el pasado. Un segundo y Marco recupera el temple, no hay mas sonrisas de cortesía y sin decir más, el anfitrión le conduce a la entrada…

Las puertas se abren en su totalidad. Alfombra oscura en contraste con los destellos luminosos de candelabros y sofisticadas lámparas que cuelgan del techo principal… detalles dorados conducen al comedor. Ambos caminan tranquilos y así Marco, vistiendo formal en blanco y negro con un abrigo adecuado a la ocasión que le cubre hasta por debajo de las rodillas, refleja la clase con la que ha nacido.

Con las preguntas de cortesía, como si apenas se conocieran, iniciaron la conversación. Lo propio después de la última vez que Marco mostró sus sentimientos tal cual, después de un momento poco agradable para el. Entonces, Edgar habia dejado de ser la persona ideal con la que él pudiera compartir más días… lo que en un principio fue deleite, se convirtió en infierno.

Después de tantos días, el momento había llegado. La mesa estaba servida, fresas y uvas frescas al alcance, vino blanco espumoso para empezar.

Ambos tomaron el asiento de la cabecera en cada extremo de la mesa, detrás de ellos, candelabros con velas que desprendían la esencia del delirio. La decoración dorada brillaba aun más con esto. Fotografía perfecta…

La conversación era entrecortada, dejando atrás la cortesía para iniciar con la sutileza propia de Marco, para atacar al anfitrión y dejarlo literalmente mudo. Cada palabra volaba directo al cuerpo de Edgar como si fueran flechas, cada una atacando el peligro de la decepción.
Entonces, el mismo sirvió un exquisito cordero preparado con naranja y coco acompañado con una copa de vino tinto especial.

Conocía la debilidad de Edgar y entonces poco a poco fue dejándolo sin aire y sin respuestas… haciéndole sentir lo que realmente era en ese momento en su vida: Nada. Había sido la conversación más fuerte y provocativa, pero ya no tenía como defenderse. Marco se encargaba de recordarle la insignificante austeridad que representaba en su existencia. La cena dejó de ser exquisita para Edgar. Y un autentico placer para Marco…

- “Vine a recordarte lo insoportable que fuiste al final del tiempo, a escupir la angustia que provocaste, la ansiedad que descontrolo mi vida, el asqueroso recuerdo de tu imagen, disparaste a matar…”

- “No digas más Marco, esta es una cena de despedida… te invité con la sola intención de mostrarte mi arrepentimiento”

- No hay palabras que cambien lo que ya está hecho. No eres relevante ahora…”

- “Marco, que hay de los momentos que vivimos sonriendo, donde han quedado?”

- “No los alcanza mi memoria… “

Silencio letal…


Marco dejó a un lado los cubiertos y alcanzó la copa de vino tinto, un sorbo para alejar el sabor exquisito de la carne, y uno más…

Se levantó de su asiento con la misma sobriedad de un príncipe y con la elegancia que le caracterizaba coloco su mano derecha dentro de su gabardina y con la izquierda alzó la copa de vino invitando a Edgar a levantarse:

- “Brindo por el placer de olvidar.…”

Sin dar tiempo a más, descubrió lo que llevaba en la gabardina, mientras Edgar bebía el vino con los ojos cerrados...
Escucho en el silencio, un disparo. Cuando abrió los ojos era demasiado tarde. Había acertado en el lado derecho de su cuerpo, dejándolo con la respiración alterada.
Marco volvió a tirar del gatillo del revolver que sostenía en sus manos, esta vez alcanzó el brazo izquierdo de Edgar quien yacía sobre su silla con los ojos bien abiertos y apenas pronunciando el dolor que su cuerpo experimentaba. La sangre resbalaba por la comisura de sus labios manchando su piel
Se acercó…


- “ Hay momentos que fortalecen mi existencia y marcan la diferencia, algunos más que cambian el sentido a mi emoción haciéndome aun más fuerte… sin embargo, hay otros que despiden mi infierno y deben ser saciados con el placer de la muerte”

Un disparo se escuchó en todo el lugar, directo a detener el latido ya débil de su corazón. Marco se acercó y le dio un beso en la mejilla, al levantarse no dudo en descargar el último disparo en la frente de Edgar, quien ya expiraba hacía la cumbre, salpicando el espacio alrededor con sangre y pedazos de piel.

Volvió sus pasos a la entrada y sin mirar atrás camino, con el mismo porte que le caracteriza, lento a la puerta cerrándola detrás de él.




- “Hasta nunca…”

Subió a su auto y lo encendió para dar marcha y perderse así en la oscuridad de la noche. Solo quedó el eco de las gotas de lluvia cayendo sobre el empedrado, y las luces de las velas aun encendidas reflejándose a través de los ventanales de la casa.




Escrito por:
H.R.H The Crown Prince Raynier.



Con respeto y aprecio para mi amigo: Marco Jiménez.

"Clase y coraje hasta el final... letal"



4/5/10

Confessions: Cocaine &... Sex.


Octubre 2004.

Nunca olvidaré esa noche…


Describir la emoción de una noche, no resulta fácil cuando llegan a mi mente mil fotografías en tantos clubs y afters he estado. Uno en especial trae a mi memoria delicados instantes y explosivos momentos de verdadero placer, lujuria e intensidad. Ubicado en el sotano del edificio Armand frente a Galerías Insurgentes: La Kma VIP… un paraíso poco después de las primeras horas de la madrugada, en el mundo oscuro de la ciudad de asfalto.

Entonces, Puebla habia dejado de ser atractiva para mi… no habían ya mejores antros. Life había dejado de ser after privado para volverse común y poco después había desaparecido del mapa, no tenía más donde conseguir lo que en ese momento se convirtió en mi mejor adicción …

Fue entonces cuando el heartbeat me llevó a la ciudad del pecado, la ciudad que hoy amo: Distrito Federal.

In love with myself era el beat perfecto en el auto, a volumen extremo y fumando un exquisito David Off. El mismo recorrido de siempre en su auto, manejando sobre Insurgentes, y yo a un lado descubriendo mi verdadera identidad: Un nightclubber terminando de crecer dentro de mí. Hasta llegar a la parte trasera del lugar, era media noche y no caminaba nadie en esas calles oscuras y privadas, lugar perfecto ... para probar.

- Estoy listo, aaahhh!!

Sentía un sabor amargo penetrante en mi garganta. Caminaba mientras mi mente disfrutaba el éxtasis. Mi segunda piel y me mostraba tal cual ese momento lo requería. La vanidad, el egoismo, el orgullo.

- Bienvenido… recuerda que no puedes tomar fotos. Les parece bien en las camas? O en los arcos?
- Donde quieras me parece bien, solo que sea delante… Esta Joshua atendiendo?
- Si..
- Entonces, donde esta el por favor.
- Adelante y diviértanse.

Siento la música en mi piel, mi mirada se pierde entre los que ya están dentro del círculo, algunos guiando sus movimientos por un distintivo toque erótico que lo único que provoca es deseo… y más.

Y mientras camino, puedo sentir el roce de los cuerpos perdidos en un mundo en el que empiezo a sentir también… drogas. Dejo que mi cuerpo se mueva al beat que escucho tan dentro de mí.


Perfumes exquisitos, un poco de tabaco, aromas que despiertan lujuria, ahora intensificada por el poder de la cocaína. Hasta llegar a nuestra mesa y, el mesero con quien tantas veces he bromeado sobre su aspecto, sirve lo mismo de siempre y un par de shots…

Uno para el y uno para mi. Y sirvo uno más para el mesero… Y entonces el cuerpo empieza a calentarse y a querer poco a poco lo prohibido. El placer de desinhibirse bailando entre el roce de cuerpos eróticos, sensuales, exitados… tentación. Los minutos pasan y ... vamos al baño.

Cuerpos para nada despreciables, platicas perdidas en el abismo de la droga y …

- Dame, quiero un poco más, mmm, exquisita … i want to play with u tonite, I wanna do what you just want to do, im fascinated by ...


Regreso a la mesa y me sirvo un verdadero trago de vodka… solo hielos le adornan el brillo que refleja el lasser del lugar. Todo es oscuro y exquisito.

- Todo bien, necesitas algo?

Y me acercó a su cuello:

- No… im fascinated by the way u make me feel.

Voy a los escalones que bajan al pasillo principal, como siempre; miradas en mi, y dejo mi cuerpo viajar hasta sentir como rebota la música en mi cerebro. Alguien delante de mi provoca las miradas más perversas que han brillado en mis púpilas, ahora dilatadas y volviendo extremo el placer de observar la forma tan exquisita como coloca su mano sobre su abdomen y cierra los ojos, moviéndose y seduciendo la noche … seduciendo mis hormonas. Son casí las 4am.



A un lado de mí, quien me saluda cada sábado cuando bailamos cerca, si supiera… Tan relajado, comodo en su vestir, demasiado sexy también y con su inseparable botella de agua… cristal.

Imaginación sexual, perversión total…

- … puedes conseguirme más cocaína?
- Claro, yo tengo, pero esta donde guardo mi mochila, en la bodega… vienes?

Camino detrás sin dejar de sentir la música, hasta atravesar la puerta a un lado de la barra. El sonido empieza a cerrarse, hay muy poca luz. Mi cuerpo empieza a sentir más…

- Cuanto quieres?
- Un gramo nada más, es para conservar el cuerpo caliente.
- Falta de confianza …
- Seguro?
- Quieres ver que sí?
- Si, por que no?

Make me beautiful…

Y mis manos se deslizaron por su abdomen y en un segundo encontré sus labios y ... no podía creerlo. Mi corazón latía desesperadamente cuando sus manos hicieron lo que su cuerpo pedía, tomé un poco de polvo y sin pensarlo la inhalé hasta sentir el exquisito sabor amargo en mi garganta. Su cuerpo estaba a cien, quiero pensar que no era la primera vez que lo hacía para ser tan open mind. No pude evitar lo que paso segundos después. Suspiros en el calor de la oscuridad...


- Ven… tu primo te buscará y debo seguir trabajando, vendrás a visitarme de nuevo?
- No lo sé… quiza necesite más cocaina pronto.

Al salir, yo primero, se despide con una palmada en mi hombro...

- Espero te haya gustado…
- Claro… me llevas un shot de Bacardi por favor?

Minutos después, mi primo me cuestionaba:

- Donde estabas?
- Fui por … sirveme por fa.

Y el mesero volvió con una sonrisa perversa.

- Aquí esta tu shot, te lo regalo…
- Gracias.

El éxtasis alcanzo mi cuerpo esa noche en formas que no voy a olvidar: fue honestamente, la primer vez que experimente la intensidad que provoca tanta cocaína , y la deliciosa oportunidad de saborear el exquisito sabor del placer en un after. La música terminó por transtornar mis sentidos. Y amanecí con el sol en la piel...


Una de las noches más atrevidas ...
The Legendary King Ray
2004.