8/5/11

The Fabulous Antro Tour 2011: One night with The Legendary King.

Así estaba planeada la última noche…

Este día será inolvidable y voy a disfrutarlo tanto como cada noche en la que he volado hasta colocarme en la cima. Han sido experiencias magnificas, algunas admito no lo han sido del todo espectaculares. Otras definitivamente deberían perderse más allá; en el limbo de la memoria.

He vivido tan intenso que he sentido la adrenalina correr en mi sangre consiguiendo rebasar los límites de lo permitido. La mayoría de las veces coincidiendo con la maravilla de la sincronía y algunas otras perdiendo el control para estallar en momentos, que aun siendo exquisitos y placenteros, han revelado el lado oscuro y sucio de mi mundo.

He actuado sin detenerme a pensar en las consecuencias, me he dejado llevar por el instinto y el placer, me refiero al mundo superficial y a la locura que me ha impulsado a vivir lo que he querido.

Recuerdo aquella noche en que decidí dejar a un lado la timidez y la inseguridad para dejar que mi alter ego se apropiara de mi cuerpo y de mi mente para mostrarme así en el inicio del camino que me llevaría poco después, a probar el exquisito sabor de la intensidad… y la perdición.

Fuerte, intenso y dejé que mi mirada brillará marcando mi presencia.

Simplemente fui tal cual mi cuerpo deseaba ser en armonía con mi mente consiguiendo que mi actitud fuera tan natural como lo que empezaba a vibrar dentro de mí. Había reprimido tanto tiempo mi necesidad de divertirme dejando todo atrás y entonces nada me limitó. Nada.

Noches completas, amaneceres y muchos atardeceres en cada after de la ciudad de México y Puebla. Entonces poco a poco me deje perder en mundo tan superficial y exquisito que cuando quise detenerme era ya demasiado tarde, había caído en el oscuro mundo de los psicotrópicos y alucinógenos.

La cocaína se volvió mi compañera de cada fin de semana, me ponía higher después de tanto alcohol y cansancio dentro de los nightclubs y afters. Poco después, se volvió insuficiente a mi cuerpo y entonces opté por cristales, ácidos y éxtasis. Era entonces el 2004, y todo ese exceso me condujo a un solo camino: la perdición.

El glam de una noche terminaba con la mente lastimada, el espíritu desnudo, la moral en el piso y el orgullo alterado.

No reparaba en absolutamente nada por conseguir lo que quería, procuraba mantener mi imagen limpia en un antro para que al amanecer me perdiera en el inframundo, en lo sucio e intenso de un after, donde no habían inhibiciones, donde el placer estaba en la esquina más oscura, en el baño, en los pasillos, en las escaleras… en la misma pista.

Días en los que la intensidad de una noche se perdía en la depresión del día siguiente, efecto secundario de las drogas y también propio de la resaca moral, ambos estados de ánimo se hicieron mis compañeros inseparables. Vivía solamente para esperar al antro de los miércoles y terminar hasta el domingo en algún after o fiesta clandestina de la ciudad. Un año después llegó la decadencia, misma que me llevó a autoexiliarme fuera del país en un intento por salvar mi reputación personal tan dañada y que estaba a punto de colapsar mi profesionalismo.

Entonces me mudé a Toronto para alejarme del vicio y de la adrenalina, pero no tuve éxito. Y aunque las drogas ya habían quedado detrás de mí, el alcohol entonces se volvió mi aliado en la conquista de una tierra que si bien no era del todo glam e intensa, si era práctica y totalmente awesome , un territorio nuevo que conquistar.

Y en un país que no era el mío, volví a la cima y me mostré como siempre lo había hecho en mis mejores momentos. No fue necesario, pues siendo “yo” conseguí lo que quería, miradas, sonrisas, boys & girls cerca de mi: saludando, bailando, invitándome un trago… sexo. Fue entonces cuando un amigo que hoy considero cercano me bautizó como The Legendary King Ray, por mi forma tan particular y auténtica para vivir el nightlife

Inolvidables noches, momentos en la memoria, sonrisas auténticas, miradas perversas y entonces una noche el alcohol volvió a colapsar mi vida: tuve un accidente que me hizo decidir volver a mi país…

Después de tres años, volví a México. Aun con el daño moral, seguía acariciando la temporada más intensa de mi vida, aunque no la más fabulosa e intensa, si la más atrevida.

A los 28 años, entraba por primera vez a un antro sin distinción de preferencias sexuales. Un mundo diferente a lo acostumbrado y en el que ahora también me sentía cómodo. Esta vez lo tenía todo cerca, un mundo en el que mi actitud me permitió mostrarme de nuevo tal cual soy. Y volví una vez más a la cima.

La intensidad siempre ha sido mi mejor compañera, la adrenalina mi motor y mi actitud han sido mi mejor estrategia para mostrarme tal como soy. Las drogas volvieron a mi en un periodo que más bien fue por puro gusto y no por necesidad. El sexo se volvió una tentación complicada de resistir llevándome a momentos complicados en los que la razón me recriminó no usarla antes de actuar.

2008, 2009 y parte del 2010 en la cima, misma que yo decidí abandonar por un rato para descansar un poco y atender soluciones a algunos problemas propios que se presentan una vez que cumples un ciclo en el que las necesidades cambian y requieren de calidad en la atención.

A principios de 2011 me retiré buscando tranquilidad que de alguna manera encontré, y en la que descubrí mil espacios más que necesitaba satisfacer de la mejor forma posible. Ha sido, honestamente una época de crecimiento personal en el que aun con las debilidades y los momentos poco afortunados que he sorteado he aprendido que siempre hay una experiencia de la cual que aprender y una actitud que considerar para impulsarme y así demostrarme que nací para brillar.

Pero entenderlo no ha sido asunto de un día o dos, ha tomado tiempo y caídas necesarias. Y aunque los golpes no han sido físicamente visibles, si lo son emocional y moralmente profundos. Es tiempo y las heridas han empezado a cicatrizar, sé lo que quiero en mi espacio personal y entiendo que el proceso requiere fuerza y coraje. Y así lo haré hasta el final.

Esta noche visto elegante, y si bien no es la última en mi vida, aseguro será la mejor del año . Hoy vuelvo a mostrarme tal cual me gusta y me hace sentir en la cima. Nunca me he limitado para disfrutar del placer y el éxtasis que provoca The Fabulous NightLife en mi vida, y esta noche no será la primer vez en que lo haga.

. . .

Estoy aquí, en medio de cuerpos calientes que se mueven delicioso con el beat de la música, donde las miradas atrevidas recorren cada cuerpo desatando los pensamientos más eróticos y donde los labios murmuran palabras que expresan deseo sexual. Pupilas dilatadas perdidas en las luces del dancefloor, gritos de euforia y algunas manos escondidas acariciando la sensibilidad de los otros.

Es mi turno y dejaré que la adrenalina mueva mis pasos entre los cuerpos, siento el calor, éxtasis, deseo, labios en mi cuello, manos en mi piel... caliente! Empiezan a desnudarse el torso, la piel brilla con el mismo sudor, todo se ha convertido en el afrodisiaco perfecto para llevarme al climax de esta noche.

La música se detiene y en medio de la oscuridad aparezco en lo más alto del nightclub, las luces explotan en rayos lasser y cada mirada puede alcanzarme mientras bailo y así permito dejarme ver sin miedo a nada. Sonrisas de amigos en mi, gritos, locura, aplausos... es lo que amo, lo que me despierta y me hace respirar.

Mi cuerpo vibra y mi espíritu siente el beat que me hace volar hasta perderme en las estrellas y caer suave en el viento para volver a pararme en el mismo lugar: en la cima que tanto tiempo me ha permitido despertar con una sonrisa en los labios.

Esta noche es única.

The Fabulous Antro Tour 2011: One Night With The Legendary King.


The Legendary King Ray.

Madrugada del 26 de septiembre, 2011.

Ciudad de México.