3/9/09

La Playa.... Asesino.

Cap. 6 La Playa... Asesino

Hace algún tiempo, conocí a alguien que me provocó un sentimiento que no se como describir. Su situación de soledad aun en el mundo en el que vive, quizá ha sido lo que me ha atraído, además de la emoción de ser esa persona quien me trata de una forma poco convencional y para mi, bastante confortable.

Es la oportunidad de intentar sentir y dejarme llevar por una emoción que parece tan natural y discreta como una sonrisa de complicidad y esta tarde decidimos compartir una noche solos en una playa a unas cuantas horas de la ciudad. Los dos intentando lograr esa conexión.

El trayecto en el auto ha sido bastante agradable, como en las conversaciones que antes habíamos sostenido, su sonrisa y su sentido del humor, la magia de las palabras al observar algunos paisajes, la caída del sol desde la carretera. La magia y la protección de su presencia… conquistando mi espacio.

Y así después de unas horas que pasaron sin sentir, llegamos a instalarnos en la cabaña que el hotel nos asigno, a un lado de la playa. La noche perfecta y el sonido de las olas estrellándose en unas rocas cerca del acantilado.




Los dos nos detuvimos a observar, en el horizonte, el reflejo de la luna sobre el océano. Me perdí en su mirada y solo sonrío. Caminamos unos metros hacia la playa, hasta que el agua mojaba nuestros pies.

No hay antes, ni después. Lejos de la ciudad en la tranquilidad del mar y la suavidad de la noche. Y así, sentados a la orilla de la playa conversamos y jugamos mientras bromeabamos juntos, entonces un beso termino con la distancia física.



Sonreímos.

No había más, los dos juntos dejándonos llevar por una emoción y un sentimiento indescriptible y natural. Nadie nos observaba y nadie nos juzgaba. Eramos dos locos viviendo el momento y la aventura.

Acercamos el auto a la cabaña para poder encender la música, su música y así empezamos a beber un poco de alcohol, mientras platicábamos sobre nuestra vida, recuerdos de la infancia de cada uno que salieron del interior envolviendo el ambiente con la misma inocencia de esos años.

Podía sentir su protección en sus besos, después una sonrisa tierna en sus labios. Y continuábamos nuestra conversación. Ni uno de los dos hablaba de amor… era más bien disfrutar el estar solos, lejos del mundo y sintiendo.



Y nos recostamos sobre la arena, nos perdimos en las estrellas mientras hablábamos de lo bien que nos sentíamos en ese momento, de la magnifica emoción de compartir una noche así… habíamos esperado tanto. Atrás había caído la máscara con la rudeza de su personalidad para dejar al descubierto una emoción indefensa en busca de amor y protección. Ahí estaba yo… acariciando los sueños y la realidad de su persona.

Cuando menos lo esperaba sentí sus labios sobre los míos y nos dejamos llevar por la emoción de estar juntos. Un beso tan largo y sensible que perdí la noción del tiempo.

“Te quiero…” fue lo único que dijo.

Y el tiempo se detuvo, ni una palabra. Solo nuestra mirada perdida en el cielo. Nos levantamos y caminé hacia la playa, a mojar mis pies y empezó a sonreir Dijo que jugáramos un poco y que quería tirarme al agua. No dude en echar a correr, mis pies salpicaban y se escuchaba, además del sonido de las olas, mis pisadas en el agua.

Venía corriendo detrás de mí, su risa se escuchaba en el viento y no dejaba de insistir en que me alcanzaría y me tiraría al agua. Fue divertido para ambos, hasta que me cansé y deje de correr, estaba lejos de la playa. Me alcanzó, me abrazó con fuerza para encaminarme al agua. Puse un poco de resistencia pero al final no lo conseguí y me llevó hasta el agua y en el intento por tirarme, me detuve de sus piernas y conseguí que cayera conmigo. Nos reímos hasta cansarnos.

Y volvimos a la arena…


Después de un rato propuse que fuéramos al mirador, arriba en un cerro de la ciudad.

"Vamos …" Dijo.

Y así maneje al malecón y de ahí tomé la avenida que sube al cerro donde estaba un pequeño mirador alejado de todo y de donde se podía observar la ciudad desde lo alto. No había nadie afortunadamente y sin decir nada nos empezamos a besar, estaba todo oscuro afuera y le sugerí saliéramos del auto.

Inicio un momento de verdadera intensidad donde solo se escuchaba nuestra respiración en el viento y los cuerpos cada vez se estremecían más. Era más delicioso de lo que esperaba, sentir su cuerpo y su piel en mi, sus labios en mi cuello, sus brazos en mi espalda. Solo éramos dos en el universo.



Movimientos eróticos y miradas llenas de placer. Sus labios suaves en mi piel y los míos recorriendo cada parte de su cuerpo. Fuimos más y más lejos hasta que el tiempo se detuvo en el clímax del placer. Un suspiro y una sonrisa exquisita marcaron la complicidad de lo que ahora era un secreto.


Y caímos al piso, sonreímos. Dijiste que había sido genial y fantástico. Nos vestimos y nos sentamos a la orilla del desfiladero, con la intención de compartir alguna conversación.

"Te veré de nuevo?"

"Si... seguramente nos veremos de nuevo"

Y retomamos la conversación de unas horas antes, nuestra forma de vivir tan distinta y tan emocionante, un poco de nuestra infancia y alguna que otra memoria de la adolescencia. Debo admitir que surgieron momentos realmente aceptables que provocaron una emoción transparente. Lo podía percibir en la tranquilidad de sus palabras y en mi bastaba sentir la naturalidad de mi mirada.

En un instante miro la pantalla de su móvil, y el tono de su voz se volvió indiferente. Se disculpo por que debía hacer una llamada, se alejó.

Volvió, me pidió regresáramos a la ciudad por que había olvidado que a la mañana siguiente le esperaría su novia en su apartamento, y no podía ausentarse. Encogió los brazos y murmuro que lo sentía pero que así eran las cosas.




Y entonces un torbellino de emociones vino a mi, recordando los días en que decía quererme y necesitarme, cuando su soledad le pedía mi compañía, en lo que sentía al recibir algún mensaje de texto en el que expresaba lo que sentía por mi. Recordé las palabras tan tiernas que días antes me había dicho.

No dije nada y le dí la espalda… empezó a caminar hacia mí. Y me tomó del brazo para voltearme frente a él.

“Aun no estoy seguro Ray, discúlpame.”

Y una lágrima escurrió en mi mejilla, baje la mirada al piso, me abrazó y me besó en los labios. Ya nada era igual.

“Te quiero…” fue lo último que escuche de sus labios.

Caminé al auto, abrí la puerta y me agache para tomar el revolver que guardaba debajo del asiento. Encendí las luces del auto para poder distinguir en la oscuridad.

Empecé a recordar y las imágenes llegaron a mi mente en un segundo, cerré los ojos, levanté el arma, tiré del seguro y jalé el gatillo en dirección a su brazo.



Gritó al viento, y disparé justo en su estómago. Lo ví desplomarse, me acerqué. Solo gemía, intentando pronunciar palabra, sus ojos estaban llenos de lágrimas. Y sin pena, con la mirada llena de odio y con lágrimas resbalando en mis mejillas, disparé en el lado izquierdo de su cerebro; donde las emociones nacen… y mueren.

Me despedí de su cuerpo y me subí al auto, arranque el motor y maneje de nuevo a la avenida.

...

El automovil aceleraba cada vez más rebasando el limite de velocidad y al salir de una curva se encontró frente a un trailer. El auto había invadido el carril contrario, el conductor alertaba con las luces altas y el sonido del claxon. Lo inevitable había ocurrido. El auto termino estrellándose en la parte frontal del trailer, se desbarató.

Las ambulancias llegarón en unos minutos y con la ayuda de bomberos y otros voluntarios removieron los fierros y la carroceria del auto que parecía abrazar al conductor para llevarse su vida.



Una camilla se acercó, consiguieron sacar el cuerpo lleno de sangre. Las sirenas anunciaban la emergencia...




4 comentarios:

Cool Acid dijo...

Quiero ser un asesino como tu.... pero sin lo gay. LOL


kthxbye

Anónimo dijo...

HeeEy! que buenas historias Ray! no sabia que escribias de esa manera amigo. Me causaron muchos sentimientos encontrados y en cierta manera me senti identificado. Espero verte pronto cudiate mucho ;)

SamMm BoHeMeEe

tavoad dijo...

WOAW!!! escribes increiblemente genial, esa intensidad al crear frases,palabras... que al leerlas senti realidad, crei sentirlas solo al cerrar los ojos e imaginarmelo ahi, sintiendo todo lo que ellos sentian,,,,woaw...fue increible...

gracias por todo eso.

tavo dijo...

WOAW...escribes increiblemente genial, esa intensidad, esa emocion al escribir esas palabras, esas frases...

y yo al leerlas... me senti ahi en la historia, solo al cerrar los ojos sentia lo que ellos sentian, eso fue incre..

causaron en mi, un fuerte sentir,
al saber el fin,

pero al ultimo supongo que vivieron en la muerte juntos..

eso espero....