31/7/10

Hell is Heaven

Hell is Heaven


Después de unas horas he decidido abandonar la terraza para caminar por los pasillos del palacio que conducen a la escalera, bajo lentamente contemplando la noche que se filtra por el techo de cristal que cubre el descenso al salón principal.

El mármol que cubre el piso despide mis pasos mientras que mi piel se refleja en el oro que hay en cada cuadro de los muros del salón y en cada objeto antiguo que adorna la sobriedad de mi reino.

Algunos candelabros encendidos logran la escenificación propia de lo que era un infierno y es el olor exquisito del incienso lo que provoca que mis deseos se calmen después de lo que ha sucedido.

Camino lento por la sala, delineando los muebles antiguos a mi paso, mientras mi mirada aun ardiente se pierde por los ventanales que dan al jardín. Es el porte de un demonio lo que distingue mi sombra en la oscuridad.

Con una sonrisa, saboreo la delicada fragancia que despide la sangre de un cuerpo delirante…

Vuelvo mis pasos a la puerta principal, deteniéndome un momento en un ventanal. Increíble fotografía delante de mí, la luna brilla en mis ojos y una sonrisa termina por dibujar el rostro perfecto.

Cierro por fuera las puertas del Palacio.

No hay luces encendidas en el jardín, solo la luna y unas cuantas estrellas. Me acompaña el ácido del viento mientras camino alejándome del Palacio hasta alcanzar los pies de la colina. Es el suave delirio del último beso lo que empieza a asfixiar mi respiración…



Esta mañana todo lucía impecable en el Palacio, tu llegada era cuestión de minutos y la ira en mi piel aumentaba más y más. Observaba desde mi habitación esperando que el sonido de las ruedas anunciaran tu presencia, y así espere paciente hasta que apareció en el camino, el carruaje de oro que había enviado por ti. Ví como descendias mientras mi corazón latía casi vuelto loco.

Lucías tan agradable…

Baje a recibirte vistiendo sobrio en color negro, entre mis dedos llevaba un cigarrillo encendido que desbordaba humo. Era el mismo placer de tenerte de vuelta, me acerqué despacio y sin temor a equivocar mis pasos. Llevé la pieza de tabaco a mis labios con la misma elegancia de un príncipe e inhalé un poco más de cigarrillo antes de dejarlo caer sobre tus pies. Recordé tanto, y tu piel desprendía el mismo olor exquisito para mis labios. Deseaba no dejar rastro de ti.

- Bienvenido

Y te abracé con la misma clase que merecía la antesala de tu muerte.

Juntos nos encaminamos de vuelta al interior del Palacio. No había gesto de gratitud, era más bien la propiedad del placer. Sin más, te invité a que te sentarás a comer conmigo y nos acercamos… un beso tan distinto en nuestros labios intensificó en mi la adrenalina que marcaba tu regreso.

Nos sentamos en los asientos principales del comedor para degustar el platillo del final acompañado con una botella exquisita de vino tinto.

- Gracias – Y una sonrisa acompaño tu rostro mientras iniciabamos una charla sin intención.
- Qué te ha traído a mi? – Pregunté.
- Me he dado cuenta que a quien quiero es a ti, y he vuelto.
- Lo sabía – Respondí con la misma ironía con la que te despediste aquella noche.
- No me guardas rencor, cierto? – Preguntaste, mientras me mirabas a los ojos.
- En lo absoluto. Eres bienvenido… al final tu así lo has querido.
- Vamos, estamos hechos el uno para el otro, siempre lo dijiste. – Confirmó.
- Entonces lo expresaba por amor. – Mi mirada se perdió en mi memoria.
- Y ahora?
- Ahora es distinto, bien sabes que tu indiscreción reveló demasiado.
- Lo sé y también sé que aun hay algo. – Afirmó mientras bebía un trago de vino.

La conversación perdió sentido por un momento y nos cuestionamos sobre el pasado… aquel pasado que, paciente, esperaba un día como hoy para terminar con la satisfacción de una relación perdida en la tormenta que un día provoco la acidez de tu despedida.

No tenías idea de mis intenciones.

- Ha sido un viaje largo al presente, cierto? – Le cuestioné.
- No tan largo por que sabía que me esperarías tal como lo dijiste.
- Quizá…

Encendí un cigarrillo más para disfrutar la sobremesa. Sonreía mientras te observaba tranquilo simulando que todo estaba bien.

La noche empezaba a caer y entonces nos levantamos de la mesa para ir a la terraza en la parte alta, cerca de mi habitación. Una vez más se escuchó la música del infierno y los minutos alcanzaron tu momento.

En la mesa de servicio, solo había la mejor selección de vinos adecuados a una celebración tan majestuosa. Soledad era lo único que se sentía en el ambiente, soledad en tu compañía tan tétrica.





Serviste dos copas de vino y me alcanzaste la que habías elegido para mi… en mis manos acariciaba el filo de tu muerte. Lucía tanta ironía que mi sonrisa delataba mi más sublime deseo.

Love and hate are one in all. Don’t play games with the one who loves you.

Sin más preámbulo que la misma noche y el aromático olor del tabaco me acerqué a ti para abrazarte sosteniendo tu espalda para perderme en tu cuello. Era el mismo olor tan excitante que un día me volvió loco, un abrazo por demás cálido. Estabas siendo honesto por un instante. Volví a tus labios hasta sentir como encendías mi cuerpo, podía perder el control…

I really loved you… but now, i´ll kill you.

Volví a saborear tu cuello con mis labios. El instinto me hizo reaccionar y mordí sin piedad sobre la yugular, conseguí perforarte la piel con mis dientes y sin soltarte, presioné tu cuerpo contra al mío al tiempo que enterré una daga en tus pulmones consiguiendo atravesar tu cuerpo. Me desprendí de tu cuello, aun tenías los ojos abiertos.

Y así te deje caer sobre mis pies… muerto.

Me senté a un lado, para observar como se extinguía tu vida. Limpiando con mi lengua la sangre que escurría en la comisura de mis labios. Los minutos hacían historia…




Me detuve un momento en la colina y mirando sobre mi hombro derecho observé que el castillo lucía ya desolado y las últimas velas de los candelabros de la terraza se apagaban acompañando tu camino al infierno.

Fue entonces cuando dejé el paisaje atrás para subirme dentro del mismo carruaje de oro que ya me esperaba para irme lejos…






Con aprecio para mi lector y buen amigo: Fernando. Gracias siempre!


The Legendary King Raynier
When Hell becomes Heaven... The Crown shines more than ever.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

y si te dijera que me he emocionado como con ninguna de tus historias... Me hiciste verte en mi mente vestido como esa época.... Y la dedicatoria me ha derramado una lágrima... De corazón, mil gracias..... Y ojala se le pudiera morder la yugular a alguien !!!!! Jajajaja te quiero amigo.... Siempre me encanta leerte y que me hagas sentir vivo.... @fpoom

Unknown dijo...

@fpoom ... gracias a ti por estar pendiente y por permitirme llegar con lo escribo un poco más alla.

Que bien que haya sido tanto de tu agrado.

Un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

muy buenaa como siempreee ... es increible como llegas hacer que imaginemos ........

Unknown dijo...

@anonimo he tratado yo mismo de entender como es que hago lo que ustedes dicen que logro... y no atino al cien por ciento, quiza es la intención y la dedicación de lo que escribo.

Eduardo dijo...

Y dale con las faltas de ortografía!!! xD Ké es eso de “ …y inhalé..”??? Nooo amiwo nooo!!! Tú , a stas alturas ya no puedes tener ese tipo de errores!! XD Por lo demás… Caray! Ké te puedo decir… Me gusta. ;) Bastante.
Besukos Cabrón!
ºCrown Little Tiny Princeº

Unknown dijo...

@CrownLittleTinyPrince es que no mames si si ya se que me paso de salchicha, pero vamos es solo uno en un millon, no soy perfect.

Gracias!!!

Anónimo dijo...

oh baby like it, oh yes i like it!

Unknown dijo...

Ese anonimo hehe